viernes, 15 de febrero de 2013








Pocas veces hemos pasado por dificultades de salud con nuestras mascotas, cuando niña, no era una prioridad correr al veterinario por si el perrito de la casa enfermaba. Al pasar el tiempo ese vínculo afectivo fue creciendo, a tal punto que las mascotas hacen parte fundamental de la familia.

Luego de muchos años llegó a mi vida SOFIEL, una hermosa beagle limón, que completo mi familia y que vino para acompañar a MIGUEL y GABRIEL.

Como todo recién llegado, fue el centro de atención, no sólo para mis hijos si no para toda la familia desde ahí empezó a ser muy consentida.

Desde el momento que adquirimos a Sofiel sabíamos la responsabilidad que se debía tener, se inicio un esquema de vacunas, el cual se creía muy completo. A finales del año pasado (las dos últimas semanas de diciembre) empezamos a notar que Sofiel no comía y pensamos que era por la muda de sus dientes a lo que no pusimos mucha atención ya que con mimos y paciencia la hacíamos comer algo para ese entonces ella contaba con 5 meses.

Ya en enero, hacia el día 21 ella no se comportó como habitualmente lo hacía, no mordía el pantalón de mis hijos, no corría, no saludaba al que llegaba con euforia, no era ella. Al llegar el medio día empezó lo que se convirtió en una pesadilla para nosotros, Sofi comenzó a convulsionar, así duro dos días cada 8 horas, de inmediato consultamos con el veterinario y luego de examinarla nos sugirió tomarle exámenes de sangre para saber de que se trataba, mientras le recetó anticonvulsivos y vitamina b.


A los días nos dio los resultados de los exámenes, SOFIEL fue diagnosticada con moquillo canino o distemper algo que era muy extraño ya que ella contaba con un esquema de vacunas completo para la edad que tenía (6 meses), pero el veterinario nos contó que habían casos en lo que esto ocurría y prácticamente no nos dió esperanzas, sin embargo nos aconsejo darle un estimulante del sistema inmune inmunocel, la vitamina b, limpiar los ojos con agua de té y los anticonvulsivos y así fue...



Para esos días botaba mucho pelo, no comía, no tomaba agua, le sangraban las encías, tenía alitosis, dientes amarillos casi marrón, lagañas, párpado interno inflamado. sus ojos empezaron a tomar una tonalidad azulosa, las huellas con un leve endurecimiento de los cojines y algunas erupciones en su piel.


Muy tristes por la noticia empezamos con el tratamiento:

  • inmunocel: 0,5 ml día de por medio intramuscular
  • anticonvulsivo: un cuarto de pastilla diaria
  • agua de té: limpiar los ojos con algodón mojado diario
  • vitamina b: una cucharadita diaria
  • alimentación: caldo de pollo o carne sin grasa, mojar el concentrado con caldo
  • limpiar dientes con gasa húmeda, canalizar para proporcionar suero y si no es posible la canalización dar a beber el suero, permanecer en cuarentena, lejos de corrientes de aire y sobre todo mucho cariño y mucho amor, todos estos cuidados fueron en casa.


Así estuvimos muy juiciosos por 20 días, hasta que empezamos a notar que Sofiel ya quería jugar, comía un poco, tomaba bastante agua, se le disminuyeron las lagañas, la nube azul de sus ojos se borro casi por completo, ahora muerde su hueso de carnaza cosa que no hacía desde que enfermó, corre, ladra, en fin...

Les quiero contar en este blog que Sofi esta presentando un gran avance en su enfermedad, hoy ella continua con el inmunocel y la vitamina b, aún no sale a la calle, de ésto ya casi es un mes y mi perrita muestra una gran mejoría, aún no canto victoria porque no sé que viene más adelante o si por el contrario vencimos este virus, pero lo que sí sé es que con paciencia, constancia y mucho amor se puede obtener resultados y sí por el contrario continuamos con esta u otra enfermedad, seguiré luchando y así quedará en mi conciencia que hice algo por ella y no me rendí sin intentarlo.

Esta enfermedad mata cientos de perritos y es muy dolorosa para ellos, la mayoría de veces se puede prevenir con una correcta vacunación, a todos los que tengan una mascota quiéranla, ellos también hacen parte de la familia y vinieron para acompañarnos en forma de animalito.

Aquí les dejo una reciente experiencia con el distemper y la prueba que se puede tratar y hasta llegar a curar.





 Sofiel jugando en etapa de recuperación


viernes 15 de febrero de 2013
Bogotá-Colombia


Para los que quieren saber como es la vida después del moquillo, les dejo un blog que cuenta los padecimientos de Sofiel.